Amanecía un nuevo día, me despertó el dichoso despertador, cómo lo odio, pero hoy, digamos que estaba deseando oír ese sonido que me cabreaba entre semana....
Hoy por fin, llegó el día que he esperado meses con las entradas esperando en mi habitación, hoy iría a Madrid a ver la exposición de uno de mis pintores favoritos, se podría decir que el que me inspiró a ser artista.
Recogí a mi amiga y nos pusimos rumbo a nuestro destino, añadimos la compañía de la radio para mejorar el viaje, si es que podía ser mejor.
Paramos a medio camino para tomar algo, mientras mi compañera iba al servicio, salí a esperarla en el coche pero una flor ocupó mis pensamientos cuando me interrumpió el tono de llamada de mi teléfono...
Alrededor de 20 segundos, fue cuando vi mi mundo oscurecerse, tocaba dar media vuelta. Ese día que parecía ser un sueño se volvió una retorcida pesadilla.
Grandes recuerdos golpeaban mi mente, entre ellos cuando nos recogía a mí y a mi hermano del colegio y por la tarde nos llevaba al parque a dar de comer a los patos del estanque.
Hace 15 años él estaba en esta misma iglesia para darme la bienvenida en mi bautizo, hoy, estoy yo aquí para darle la despedida. Te quiero abuelo...